Mezcal espadín de Oaxaca, elixir de la tierra y el tiempo

En el corazón de México, en el Estado de Oaxaca, se encuentra un tesoro ancestral que ha cautivado paladares en todo el mundo: el mezcal espadín de Oaxaca. Este elixir, que fusiona tradición y artesanía, es un legado vivo de una cultura rica en historia y pasión.

Origen y significado del nombre “mezcal”

La palabra “mezcal” tiene su origen en vocablos de la lengua náhuatl y significa “maguey cocido”. Dentro de la familia de agaves, el espadín ocupa un lugar especial. Su nombre proviene de su forma puntiaguda, similar a una espada. Este agave es el más utilizado para la producción de mezcal, y su versatilidad permite crear una amplia gama de sabores y perfiles.

Producción y características

Cosecha y selección

La producción de mezcal espadín Dos Eras inicia con la cosecha del maguey, cuyas piñas se seleccionan cuidadosamente tras un largo proceso de crecimiento que puede extenderse hasta 7 años. Una vez las hojas se han secado y las piñas han alcanzado su plena madurez, procedemos a su corte y selección, priorizando aquellas que muestran un nivel óptimo de maduración para garantizar la calidad de nuestro mezcal.

Cocción

Las piñas se cosen en hornos de tierra, calentados con leña y cubiertos con piedras y pencas de agave. La cocción puede durar entre 4 y 12 días, dependiendo de la cantidad de piñas a cocer y la temperatura del horno.

Molienda

Después de la cocción, las piñas se trituran en molinos de piedra o madera, para obtener la pulpa del maguey. La pulpa se utiliza para la fermentación.

Fermentación

La pulpa se deposita en tinas de madera de encino o sabino, donde se deja fermentar naturalmente. La fermentación dura entre 3 y 15 días, dependiendo del clima y la temperatura.

El mezcal espadín Dos Eras se caracteriza por su sabor y aroma únicos, que varían según la región de producción y el proceso de elaboración. En Oaxaca, donde es ampliamente cultivado, el mezcal espadín es conocido por su sabor suave y aromático, con notas ahumadas y a caramelo.

La tradición y artesanía del mezcal espadín de Oaxaca

El mezcal espadín es mucho más que una bebida; es un legado vivo de una cultura rica en historia y es un embajador de la cultura mexicana. En Oaxaca, la elaboración del mezcal es un arte transmitido de generación en generación, donde los maestros mezcaleros dedican sus vidas a perfeccionar el proceso de destilación, manteniendo intacta la esencia de sus antepasados.

Su sabor ahumado, sus notas herbales y su carácter único nos transportan a los paisajes ancestrales de Oaxaca. Por eso, cada botella de Dos Eras es una ventana al pasado y una celebración del presente.

Importancia cultural y turística del mezcal

El mezcal espadín desempeña un papel fundamental en la cultura y la economía de Oaxaca. En 2009, esta región se destacó como el principal productor de mezcal en México, representando aproximadamente el 54.4% del total nacional. Por esta razón, es reconocida como “la capital mundial del mezcal”, atrayendo a turistas y aficionados de todo el mundo en busca de experimentar la rica tradición y el sabor inigualable de este elixir. 

La producción y exportación de mezcal certificado han aumentado significativamente en los últimos años, lo que ha generado oportunidades de empleo y desarrollo en la región. El mezcal es uno de los destilados más exportados del país, siendo Estados Unidos, Canadá y Europa sus principales mercados. El espadín, con su equilibrado sabor entre dulce y picante, es uno de los favoritos entre los conocedores.

Desde sus raíces en la tierra fértil de Oaxaca hasta su expansión por todo el mundo, el mezcal espadín continúa siendo un símbolo de identidad y orgullo mexicano. ¿Qué esperas para degustar esta exquisita expresión del espíritu oaxaqueño? Sumérgete en la experiencia única del mezcal espadín Dos Eras y descubre por qué es considerado un verdadero tesoro de Oaxaca.

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